martes, 3 de marzo de 2015

El dios del desierto

El dios del desierto

Wilbur Smith
Duomo, 2015
434 pp

'El dios del desierto' es un entretenimiento. Bien fundado históricamente y en tono de aventura, busca mantener viva la atención del lector en un Egipto que sólo conocemos por la arqueología.


Wilbur Smith
Duomo, 2015
434 pp





Egipto es para el viajero al 50% un país real y al otro 50% un país anclado en el pasado. Dos mil años de imperio faraónico, una sólida civilización que se mantuvo en época romana y un legado arqueológico desbordante hacen de este país remoto algo real, al alcance de nuestras miradas y que podemos tocar aún hoy con nuestras propias manos.

Pero ese algo real resulta ahora parte de la arqueología, dominio de los estudiosos encargados de mantener y de revisar las teorías sobre un viejo patrimonio atrapado en el pasado. El Egipto faraónico es sobre todo un Egipto muerto. Y sin embargo se hace inevitable preguntarse ¿cómo fue la vida de quienes construyeron todo aquello?¿Cómo fue realmente ese imperio y cómo lo vieron quienes vivieron en él?¿Qué sentido tuvo, al margen de esa visión arqueológica que parece haberlo congelado en un pasado lejano y haber ocultado el lado humano que sin duda tuvo?

Wilbur Smith es un clásico de la novela histórica convertida en bestseller y ha encontrado en Egipto una fuente de inspiración. Su libro, El dios del desierto, es propiamente un libro de acción que se sitúa en torno al siglo XVIII a.C. Relata las aventuras que se desarrollan con ell objeto de recuperar el dominio del norte de Egipto del que ha sido expulsado el pueblo egipcio tras la invasión de los hicsos. No estamos ante un relato de vida cotidiana. El foco que dirige la mirada del autor no es el del pueblo. Es el del entorno del faraón, después de su derrota frente a un pueblo extranjero más poderoso pero menos culto y a ojos de los egipcios inferior. Los asuntos de estado, que vienen a ser la diplomacia y la guerra, alimentan el desarrollo de la aventura que capta enseguida el interés del lector. Y la perspicacia y aguda personalidad de quienes mueven los hilos de la trama dan sabor a la historia y añaden intriga a la continua sucesión de acontecimientos.

El dios del desierto es un entretenimiento. Bien fundado históricamente, busca mantener viva la atención del lector creando para él una entretenida aventura. Pero es también un relato vivo y lleno de personajes que sin duda añadirán a ojos de quien lo haya leído una dimensión humana al espectáculo espléndido pero impersonal que ofrecen los magníficos restos que se conservan de la antigua civilización egipcia.

No hay comentarios: