miércoles, 29 de marzo de 2017

Siria , el país de las almas rotas. De la revolución al califato del Isis

Siria , el país de las almas rotas

Javier Espinosa y Mónica G. Prieto
Debate, 2016
454 pp.

Si hubiera una sola recomendación a hacer sería no viajar a Siria. Pero conviene la lectura de 'Siria, el país de las almas rotas', para comprender su presente y recordar que ha sido un país acogedor y amable hasta hace no tanto tiempo.


Javier Espinosa y Mónica G. Prieto
Debate, 2016
454 pp.





Puede no resultar apropiado hablar de Siria, de la Siria actual, en un espacio dedicado a la literatura de viajes. Si hubiera una sola recomendación a hacer ésta debiera ser no visitar el país cuando, además, están huyendo de él sus habitantes abrumados por una guerra que lleva años destruyendo pueblos y ciudades y que se desarrolla en medio de una extrema crueldad sobre la población civil.

El caso es que conocimos una Siria acogedora y culturalmente deslumbrante hasta hace bien poco tiempo y por ello mismo conviene no olvidarla y ocuparse de qué ha sido de ella en los últimos años.

Javier Espinosa y Mónica G. Prieto conocieron el país hace ya tiempo y cubrieron como corresponsales de guerra los últimos conflictos del Oriente Próximo. Siria y la escalada de violencia que se desató después de la llamada primavera árabe ocupó su atención y los convirtió en testigos de un proceso que se inició como revuelta y terminó en guerra abierta con el estado islámico como uno de los protagonistas, el gobierno de Damasco en frente, diversas milicias acompañándolos  y la intervención internacional del signo más diverso para completar el reparto.

Javier, además de periodista, ocupó el difícil papel de rehén del Estado Islámico junto a otros occidentales secuestrados como él. Vivió momentos de extrema dureza y tuvo la oportunidad también de conocer las entrañas de ese extraño califato que se impuso en un amplio territorio con una política de terror convertida en su principal seña de identidad.

Siria, el país de las almas rotas es el relato de un camino al infierno. Cuenta lo que los autores presenciaron de primera mano cuando quisieron entrar en el corazón de la revuelta para contar lo que allí ocurría. No fue tarea fácil y el lector se ve enseguida sometido a la tensión de la vida clandestina de los movimientos y organizaciones enfrentados al régimen de Bashar al Asad. Su testimonio es duro porque se basa en la confrontación asimétrica entre una población al principio desarmada y un ejército con poderosos medios para reprimirla. Y continúa con el enfrentamiento entre las tropas del gobierno y cada vez más milicias, con la población siempre en medio y sufriendo las peores consecuencias de una guerra que terminó siendo de todos contra todos.

¿Es real lo que cuentan los autores? Sin duda ninguna. Con su libro ponen sobre todo de relieve el sufrimiento de la población y la responsabilidad de un régimen que impuso a su propio pueblo sufrimientos sin fin. El suyo es casi un 'diario' escrito por un observador en primera línea sobre el nacimiento de una guerra y la destrucción de una sociedad. Pero es también cierto que elude el análisis más amplio, el pasado histórico y el contexto internacional que explican buena parte de los acontecimientos.

No se trata de un reproche porque el libro es en definitiva el testimonio personal de algo tan real como es una guerra, un testimonio conmovedor y también un relato lleno de desasosiego. Porque, además del desastre que supone para la población, el conflicto acaba por doblegar la pasión 'revolucionaria' que alentó la primavera árabe con su genuina aspiración de libertad para convertirla en el oscuro callejón donde encuentra su caldo de cultivo el Estado Islámico.

El secuestro de Javier abre la ventana a un testimonio distinto, sórdido, cruel, arbitrario y extremadamente peligroso. Una nueva ideología que nada tiene que ver con el espíritu de libertad que guió los primeros pasos de la revuelta se impone con unos líderes al frente que ya no son idealistas ni profesionales de ningún ejército. Ahora son delincuentes los que han escalado los primeros puestos de la autoridad y los que mejor manejan el ejercicio del terror con el que se imponen.

El país de las almas rotas como reza el título es seguramente lo que mejor define a la Siria de hoy y lo que mejor muestra el libro de Javier Espinosa y de Mónica G. Prieto. No es un libro superfluo. Sería bueno leerlo con una cierta distancia para 'distribuir' mejor las responsabilidades de una situación donde hay demasiadas manos implicadas y demasiadas de ellas en la sombra. Pero es aleccionador asomarse al sufrimiento y también al nacimiento y al desarrollo de una barbarie que hubiera debido evitarse.

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